Tuesday, January 4, 2011

Wind Chimes calmar el alma

Pueden ser muy a la vista y suave para escuchar, pero ¿sabía usted que los carillones de viento que también tienen efectos curativos? Sólo escuchar los tonos de las campanadas puede ayudar a calmar la mente y liberar el estrés. Calmar la mente, los tonos de las campanadas ayudar a liberar a todos los que la tensión almacenada. Este efecto relajante ayuda a abrir nuestra conciencia espiritual y ha sido utilizado por muchas culturas durante siglos.

Como una cura de Feng Shui, la campanas de viento podría ayudarle a ganar suerte y prosperidad. carillones de viento de metal se recomiendan para el Norte, Oeste y Noroeste, de madera para el Este, Sur y Sudeste. Para la buena suerte, se recomienda el uso de campanas con las barras de 4, 6, 7, 8 o 18. Si es la mala energía que quiere mantener distancia, y luego ir por un carillón con 5 barras. Por fuera de la casa, el bambú campanadas son los mejores.

Puedes colgar campanas de viento en cualquier lugar y en cualquier tipo de anzuelo - ganchos vendidos para comederos de aves de trabajo bastante bueno. Sólo asegúrese de que sea el gancho que elija puede soportar el peso de su campana. Asegúrese de no colgar demasiado cerca de cualquier estructura tal y como desea ser libre para el flujo en el viento. O usted puede utilizar un gancho de lujo para añadir más interés. Al colgar el timbre, no olvide escoger un lugar que esté protegido de fuertes ráfagas de viento para evitar daños a su timbre.

Algunas formas de disfrutar de su carillón de viento:

Colgarlo cerca de su hamaca y dormir una siesta relajante a los tonos melódicos de su campana.
Planta flores mientras se escucha la música de su carillón de viento.
Traiga cenar fuera y tener una cena romántica mientras escucha el timbre.
Establezca sus campanas en la ventana de su dormitorio, para que pueda oír cuando la brisa ráfagas a través de una noche de verano caliente.
Ponga un poco de campanillas en su oficina y para ayudar a liberar el estrés de la jornada laboral.
Cuelgue su carillón de viento por la puerta, para que pueda oír lo primero al llegar a casa.

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